Dirigir una empresa con éxito requiere superar los numerosos desafíos que plantea el entorno empresarial; en la actualidad, todas las empresas estamos viviendo un momento convulso, incierto y cambiante, que precisa de ciertas reflexiones.

Cuando el entorno empresarial era relativamente estable, la excelencia a través de las herramientas y técnicas de calidad tradicionales era suficiente para tener resultados. Desarrollar procesos robustos y disponer en los puestos claves de expertos capaces de analizar las situaciones y generar soluciones a los problemas, eran elementos que garantizaban una buena gestión y un excelente resultado. Nos estamos moviendo de un mundo de problemas, que exigía rapidez, análisis y certidumbre a un mundo de dilemas, que exige visión y experimentación. Los entornos cambiantes son ambiguos, complejos... los dilemas estratégicos modernos requieren una orientación y un conjunto de habilidades diferente.

Independientemente del enfoque o la propuesta para abordar la respuesta ante un mundo cambiante, está claro que el desafío clave para los/las líderes empresariales, es la toma de decisiones en un entorno tan inestable. Cuando se trata de actuar en estos entornos, es necesario disponer de información completa, oportuna, fiable y precisa. Los/las líderes de las empresas deben aprender a tomar decisiones en circunstancias aún más difíciles, en entornos cada vez más volátiles. Hay muchas maneras de competir y las decisiones estra tégicas deben de ir más allá de los conceptos clásicos de los procesos estratégicos basados fundamentalmente en los DAFO. La dirección de RR.HH. deben permitir el desarrollo de sus equipos y promover una nueva visión; uno de los objetivos centrales del proyecto ekinBarri, consiste en avanzar hacia un nuevo modelo en las empresas de Bizkaia impulsado por un nuevo estilo de líder, con sus equipos de trabajo como unidad de transformación.

Un futuro sostenible solo es posible si las organizaciones pueden sentir, adaptarse y responder al cambio; si pueden transformarse con un mundo en evolución. La nueva situación necesita una visión centrada en unos sólidos pilares y en nuevas capacidades organizativas.

Estamos trabajando en ello y todavía tenemos mucho que mejorar, pero ya se ven algunos cambios. Como equipo, estamos más unidos y tenemos una visión más compartida. Mi percepción es que ahora aprovechamos mejor nuestros escasos recursos y estamos mejorando en eficiencia. Todo el equipo ha percibido una mejora sustancial en la comunicación interna. Poco a poco nuestra estructura de departamentos se está desmoronando para dejar paso a un equipo de personas; personas que estan mejor informadas, son capaces de sumar, de aportar al equipo, a la vez que ven en ello una oportunidad de desarrollo personal dentro de la empresa.

Tomás Posada Managing Director. BOSTLAN, S.A.